viernes, 15 de mayo de 2015

Por qué los simpáticos comen más.

Las personas se alimentan de unas u otras cosas en función de su capacidad para abrirse a nuevas experiencias, su responsabilidad, extroversión, amabilidad o inestabilidad emocional. Es la conclusión de un estudio del Swiss Federal Institute of Technology. Las personas inestables emocionalmente o neuróticas tienden a comer alimentos poco saludables o a sobrealimentarse. Los responsables toman más fruta y rechazan los alimentos poco favorables para controlar la dieta. Los extrovertidos comen más dulce, carne y alimentos calóricos porque salen mucho a consecuencia de sus intensas relaciones sociales. La gente agradable come menos carne. Y a los abiertos a nuevas experiencias les gusta probar comidas con frutas, alimentos salados y verduras. El equilibrio emocional es importante en lo que nos apetece comer, en lo que compramos, en cómo lo cocinamos y en la manera en la que nos lo comemos. “Cuando estamos muy estresados buscamos esa sensación compensatoria en alimentos con determinados sabores y olores: chocolates, azúcares y también alimentos crunch, que son los que crujen. Pero los chocolateadictos deben saber que al tomarlo generan picos de glucemia que desaparecen a los 30 minutos, produciendo un efecto rebote”. Es decir, su consumo calma, "pero al poco rato te dan ganas de comer más". Otro estudio del Institute of Food Technologists de Chicago constató que la preferencia por la comida picante o insípida es también un asunto de personalidad. A quienes no temen la búsqueda de sensaciones les gusta el chile mucho más que a los que tienen caracteres más calmados.

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